La Policía capturó a Eimar Alberto Correa Tabares alias Samuel, cabecilla de una red de narcotráfico que proveía al Clan Úsuga con cocaína procedente de zonas de producción en varios departamentos, entre ellos Cauca, Sur de Bolívar y Norte de Antioquia.
El alcaloide era comprado por cuatro de sus colaboradores, que lo transportaban hacia el Urabá Antioqueño, para acopiarlo y luego enviarlo en lanchas rápidas hacia Centroamérica.
Esta modalidad de tráfico de droga fue implementada por el Clan Úsuga, debido a que los laboratorios para el procesamiento del clorhidrato de cocaína que mantenía la organización criminal en Urabá, han sido afectados durante el desarrollo de la Operación Agamenón, lo que ha bajado la producción del estupefaciente, viéndose obligados a conseguir droga en otras partes del país, para mantener activas las finanzas y no perder el control de rutas desde el Golfo de Urabá.
(Ver también: En la boca del lobo: así son las operaciones contra alias ‘Otoniel’ )
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Alias Samuel registra una trayectoria criminal de más de 15 años, tiempo durante el cual delinquió en organizaciones ilegales dedicadas a negocios ilícitos como el narcotráfico, así mismo perteneció a oficinas de cobro y sicariato, convirtiéndose paulatinamente en hombre de confianza de cabecillas narcotraficantes del Clan Úsuga, como es el caso de Harlinson Úsuga alias Orejas, capturado en febrero del presente año, quien gracias a su vínculo familiar con alias Otoniel, se desempeñaba como el principal coordinador para el tráfico internacional de drogas del Clan Úsuga.
Tras la captura de Orejas, sobrino de Otoniel, alias Samuel estructuró un andamiaje de colaboradores, en el que sobresalía el también capturado.
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(Ver también: Cayó ‘Orejas’, jefe de la banda criminal La Empresa )
Junto a Jair Rodiño, alias Jair, alias Samuel mantenía constantes reuniones con narcotraficantes y proveedores de cocaína, con el fin de buscar mejores precios que permitieran mayores ganancias. Además, de buscar nuevas rutas, aprovechando que residía en la región.
La Policía le siguió la pista a la red por más de un año, tiempo durante el cual se lograron varias incautaciones de droga mediante diversas modalidades, algunas consistían en la adecuación de vehículos particulares con compartimentos o caletas, las cuales se ubicaban en sillas, techo y puertas, con un acabado impecable.
Durante el desplazamiento hacía Urabá, los cargamentos eran acompañados por un motociclista que informaba la existencia de posibles puestos de control de la Policía.
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Para ocultar el dinero que alias Samuel lograba obtener en cada uno de los movimientos de droga, aprovechando que uno de los miembros de la red era un ganadero reconocido en el municipio de Necoclí, realizaba transacciones bancarias, por lo que no generaba suspicacias frente a constantes movimientos de dinero, que mantenía una rotación permanente, ya que era utilizado para la compra de más droga y coordinación de actividades logísticas para nuevos cargamentos que permitieran la vigencia de la red en el mercado del narcotráfico.
Alias Samuel tenía como costumbre esperar la droga en el Urabá antioqueño, pero lo hacía de una manera muy particular, ya que se encerraba en una finca del corregimiento de Pueblo Nuevo, en compañía de varias mujeres, en medio de fiestas y el consumo desmesurado de licor.
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La captura de Samuel y sus cómplices se suma a una serie de resultados de la Operación Agamenón, en la que Policía Nacional ha capturado a 595 delincuentes, incautado 15 toneladas y media de cocaína y destruido 65 laboratorios.