Para los familiares del patrullero Ilber Nárvaez, quien deja una viuda y una pequeña de un año, esta era una tragedia anunciada. Aseguraron que el uniformado había recibido varias amenazas de las FARC durante los últimos tres años que estuvo en Tumaco, Nariño, prestando servicio.
“Habían tres policías en la camioneta y pasaron dos tipos en una moto y le lanzaron la granada, dos alcanzaron a salir pero a mi sobrino se le activó la alarma del carro y se quedó atrapado. Fue ahí cuando exploto”, describió Eduardo Narváez, tío de la víctima.
El uniformado ya sabía que estaba amenazado y según su padre, había pedido un traslado que nunca se dio.
Las autoridades ofrecen una recompensa de hasta 50 millones de pesos a quien brinde información que contribuya con la captura de las personas que cometieron el atentado contra la patrulla en la que se movilizaban los tres policías.
Publicidad