Mujeres le acercan los senos y la cola, mientras hombres se le suben a tuta. Y hay avivatos que han intentado quitarle la cadena y la piedra del diente.
Lo anterior ha causado el deterioro de la escultura, inaugurada hace solo ocho meses.
Las autoridades le tienen el ojo puesto a la silla del cacique, que se ha convertido en punto de referencia para los turistas. Recuerdan que el Código de Policía sanciona los actos obscenos en espacios públicos.
La estatua será restaurada para el Festival de la Leyenda Vallenata, que tendrá lugar en abril próximo.
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