Un total de 6.712 soldados en Colombia cambiarán sus fusiles en lo que resta del año. Ellos usan armas israelíes, el fusil Galil ACE, que aún permanece en manos de la tropa, a pesar de la ruptura de relaciones de Colombia con Israel.
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Pese a la posición del Gobierno colombiano, el reemplazo de estos fusiles será por el mismo modelo. es decir, los fusiles Galil ACE israelíes. La razón: está vigente un contrato con Israel durante los próximos dos años para que el Ejército colombiano tenga esas armas.
Los fusiles se ensamblan en Indumil, la empresa del Ministerio de Defensa. El contrato indica que Israel suministra los cañones y las miras y entrega la patente para la producción de las otras piezas y el ensamblaje del fusil, proceso que se mantendrá a pesar de que Colombia no traerá más partes desde el Medio Oriente.
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Iván Velásquez, ministro de Defensa, explicó que “Indumil había reportado que tenía un stock suficiente de las piezas israelíes para atender la demanda en el país por el 2024 y el 2025, de manera que, en la fabricación de estos fusiles, que ahora se entregarán a las Fuerzas Militares, no hay necesidad de buscar con Israel porque su fabricación en Colombia, con las piezas ya en Colombia, está garantizada”.
Además, Velásquez anunció que el plan del gobierno del presidente Gustavo Petro es que para el 2026, cuando ya finalice el contrato con Israel, no haya necesidad de renovarlo o de tener uno con otro país, porque la industria colombiana producirá sus propios fusiles.
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“Debe tener una capacidad propia de fabricación del cañón y la mira y es el esfuerzo que vamos a hacer con Indumil, adquirir en estos dos años la capacidad de fabricación, de manera que, en el 2026, los Galil puedan ser producidos íntegramente por la industria militar colombiana”, complementó Velásquez.
Experto cree que Colombia necesitará más tiempo para producir totalmente sus propios fusiles
A pesar de la proyección del Gobierno, para expertos en el tema como el almirante retirado Hernando Wills, la producción completa de los fusiles requiere mayor inversión y tiempo de preparación.
“Ya para adquirir la tecnología, las máquinas especializadas para ese tipo de trabajo sí es un proceso un poco más complejo y bastante costoso. Por ese motivo, desde un principio no se adquirió esa capacidad. Hay dos alternativas: la primera es, en el corto plazo, adquirir un proveedor internacional que no tenga restricciones para nuestro país. Y lo segundo, a mediano plazo, es adquirir la maquinaria y la tecnología necesaria para la fabricación de esos elementos que serían los cañones y las miras”, señaló Wills.
Además de estos fusiles Galil, también se renovarán 257 fusiles de los comandos de las Fuerzas Especiales. En este caso se comprarán fusiles M4 a Estados Unidos.
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