Un familiar de las víctimas asegura que fue el último en verlas con vida cuando ese día salió de su casa en el barrio Claret muy temprano a trabajar.
Contó que las dos mujeres vivían del dinero que les daban sus hijos, pues habían invertido y perdido todo en la pirámide DMG.
La Policía informó que fueron asesinadas con armas blancas, pero aún desconoce las causas del crimen.