No solo lloran a los muertos, también oran por los heridos que fueron trasladados a Santa Marta, Barranquilla, Valledupar y Bogotá.
Eneida Carranza tiene a su esposo en cuidados intensivos y vio morir a su hermano y a su hijo, que le decía “‘mamá, ayúdame, no me quiero morir’. Yo le decía, ‘hijo, pídele a Dios que te saque de esto’. Tanto pedirle a Dios por mi hijo. Me decía ‘mamá, me duele, me arde, no me deje morir’".
Su hermano también habló con ella antes de fallecer.
"Decía, ‘hermanita, quiero ver a mi hijo nacer’", pero esto no pudo ser.
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Un drama similar vive la familia Ariza, que perdió a tres de sus integrantes en la tragedia de Tasajera.
"Mi hermano Carlos Ariza, de 18 años, era vendedor ambulante del peaje, tiene un niño de un año apenas que se llama Carlos Teo. Álvaro Ariza, el otro hermano mío, que dejó dos niñas y un niño de 18 meses. Vendía pescado en el mercadito de Tasajera. Y el marido mío, que está desaparecido, era vendedor de Tasajera", contó Carmen Ariza.
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Arleidys Cantillo, que tiene tres hijas, aguarda por su esposo, en estado crítico. “Hay que esperar a ver la voluntad de Dios”, comenta resignada.
A Bogotá ya fueron trasladados siete de los heridos y en las próximas horas llegarán otros cinco.
Ellos fueron internados en el Hospital Simón Bolívar con “lesión de vía aérea confirmada y se encuentran en soporte ventilatorio. Otros están con sospecha de lesión de vía aérea, lo cual convierte su condición en crítica. Las quemaduras son extensas y profundas, los pacientes en estos momentos se encuentran en cuidados intensivos”, detalló Patricia Gutiérrez, de la unidad de quemados.
Las lesiones en piel son de segundo y tercer grado. Dos de ellos tienen soporte ventilatorio y se manejan como sospechosos de COVID-19 .
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En Barranquilla, varias familias esperan a las afueras de un hospital “aferradas a ver qué pasa, estamos aquí, todos estamos aquí esperando”.
La solidaridad de los barranquilleros, que las han visto a la intemperie por dos días, ha sido alimento para su fe.
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"Nos han traído desayuno, nos han traído almuerzo, anoche nos trajeron comida, nos han regalado paños, se han portado bien, nos han dado buena bendición", comentó Nazly Guerrero, una de las afectadas.
Fabián Obispo, alcalde de Puebloviejo, donde está ubicado el corregimiento de Tasajera , llegó a Barranquilla para acompañar a los familiares y a las víctimas.
Reveló que “producto de las quemaduras que han tenido nuestros paisanos y que los cadáveres no tienen una identificación por huella, va a ser necesario hacer unas pruebas de ADN. Esto demora más el proceso” para la entrega de cuerpos.
Agregó que, en medio de la crisis, uno de los heridos fue llevado “al centro asistencial con la identificación de un familiar”.
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“Aquí aparece fallecido y no es él, es el primo”, explicó.
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