Aunque muchos congresistas pidieron más análisis, los 56 artículos de la reforma tributaria fueron aprobados en cuestión de siete horas, 36 de ellos metidos en un solo bloque, lo que generó críticas.
“Fue un trámite muy rpaido que no permite que el país haga un debate profundo”, comenta Fernando Araújo, senador del Centro Democrático.
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Como estaba previsto, se aprobó que el impuesto a la riqueza lo pagarán, desde el próximo año, solo quienes tengan patrimonio líquido superior a mil millones de pesos. Las personas naturales pagarán una tasa menor que el de las empresas y podrán deducir el valor de su vivienda hasta por 340 millones de pesos. A los industriales les sigue incomodando este gravamen:
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“Esperemos que en los próximos debates que se den se corrija la decisión alrededor del impuesto a la riqueza”, dijo Bruce Mac Master, presidente de la ANDI.
Las empresas que obtengan ganancias anuales superiores a 800 millones de pesos tendrán que pagar una sobretasa al impuesto para la equidad, lo que generara un billón de pesos para otorgar más cupos y becas en educación superior para los jóvenes y para atender a niños pequeños en estado vulnerable.
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“Este es un proyecto para la equidad, un proyecto que se enmarca dentro de los pilares que se ha trazado el presidente Juan Manuel Santos”, indicó el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
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También se incluyeron mecanismos para que, pagando una penalización de entre el 10 y el 13 por ciento, los colombianos reporten y tributen por sus activos no declarados que tengan en Colombia o en el exterior. Lo que no pasó, por ahora, fue la pretendida sanción penal con cárcel que el gobierno quería para quienes evadan declarar patrimonios superiores a 8 mil millones de pesos.
Tampoco pasó la propuesta de un impuesto a los dividendos, del senador Navarro Wolff.
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La próxima semana la reforma tributaria será discutida en plenarias de Cámara y Senado.
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