Pese a que muchos de sus habitantes aún lo recuerdan, la intención del barrio Pablo Escobar, en el centro oriente de Medellín , ha sido quitarse el estigma del capo de la droga.
“Todas las alcaldías nos decían que no se podía invertir en nuestro barrio porque era construido por Pablo Escobar. Estamos cambiando ese referente que tuvimos durante tantos años de violencia, la violencia de Pablo Escobar ”, manifiesta Uberney Zabala, habitante del barrio.
Pasaron 36 años desde que Escobar entregó 400 casas en estas laderas de Medellín. Hoy, por fin, una administración municipal voltea sus ojos hacia sus habitantes para una inversión social.
“Iniciando la construcción del jardín infantil acá, en este barrio de Loreto. Vamos a construir más de 10 aulas para niños de 2 a 5 años. Esas aulas atienden esta población, pero también tendremos otros cinco ambientes escolares para atender la población de 0 a 2 años”, señala Wilder Echavarría, gerente de la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín.
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Es la primera vez en la historia del barrio, hoy con cerca de 15 mil habitantes, que el Estado ejecuta una obra con dineros públicos en la zona. Sus habitantes quieren tener otros referentes distintos al narcotraficante que tanto daño le hizo a Colombia.
“Aquí se va a formar una nueva generación con una visión diferente”, dice Zabala.
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El jardín Buen Comienzo ocupará 2.700 metros cuadrados, tendrá 10 aulas de atención para niños, zonas de bienestar familiar, alimentación y espacios de recreación. Una inversión de más de 10 mil millones de pesos para cambiar el imaginario de las futuras generaciones.