Javier Jaramillo llegó a su casa en la vereda El salado, en Copacabana Antioquia, en medio de la emergencia.
“Estaba esto acá en un lodazal. Cuando llegamos, las casas todas revolcadas, todo la ropa, todo se lo llevó (el agua) cuando el muro cayó ya estaba… no, esto parecía la hora de la llegada”, dijo
La vivienda sufrió daños en uno de los muros de contención y en parte del techo, que quedó pendiendo de un hilo.
Como la casa de Javier, en otras 20 de esa localidad ubicada al norte de Medellín se registraron afectaciones.
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“Hubo alrededor de 30 deslizamientos de tierra en 16 puntos ubicados tanto en la zona urbana como en la zona rural de Copacabana”, dijo el secretario de Gobierno de ese municipio, Andrés Pineda.
La razón para que se presentaran esas emergencias se explica en la fuerza de las lluvias que azotaron al norte del Valle de Aburrá el fin de semana pasado.
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Según el Sistema de Alerta Temprana del Valle de Aburrá (Siata), fue precisamente en ese municipio donde se registró el nivel más alto de precipitaciones de este año.
11:43 Con una ventada de tiempo de 24 h, mayores acumulados de lluvia de 112mm en Copacabana y 107mm en La Estrella pic.twitter.com/bDCmAlJUmw
— siatamedellin (@siatamedellin) May 10, 2016
“En Copacabana, en la estación de medición del Colegio Presbítero (Bernardo Montoya), tuvimos en las últimas 72 horas (sábado, domingo y lunes festivo) un aproximado de 120 milímetros de agua, y en enero, febrero y marzo tuvimos 130 milímetros. Si se acumulan los eventos de lluvia de esos meses, es casi lo mismo”, explicó Carlos David Hoyos, gerente del Siata.
De otro lado, en Necoclí, norte de Antioquia, el desbordamiento del río Mulatos afectó un número considerable de familias.
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“Nos están reportando que hay aproximadamente 400 familias afectadas por diferentes eventos, por pérdida de cultivos, de animales, ganado y también por inundaciones en las viviendas”, dijo Mauricio Parodi, director dEl Departamento Administrativo del Sistema para la Prevención, Atención y Recuperación de Desastres de la Gobernación de Antioquia (Dapard).
Ese organismo decretó alertas en 83 municipios por deslizamientos y posibles desbordamientos de ríos.
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“Son 83 las alertas emitidas, con lo cual hay una gran cantidad del departamento en estado de prevención para evitar que ocurran incidentes o tragedias que puedan afectar la vida y la salud de las personas”, añadió Parodi.
En la Estrella y Caldas, al sur de Medellín, otros deslizamientos tienen en riesgo a más de 20 familias, 3 tuvieron que ser evacuadas por el riesgo inminente.
Y en el barrio Aranjuez, en la capital antioqueña, unas 20 familias están en riesgo por un alud. (Lea también: Al menos 10 familias en riesgo por inminente de tierra en Aranjuez).
Instalan alarmas para monitorear quebradas
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En la madrugada del pasado martes, los niveles del río Medellín, a la altura del puente de la Avenida 33 y en La Aguacatala, alcanzaron el cien por ciento de su cauce.
“Entre las 2:30 y 2:35 de la madrugada se superó el cien por ciento del cauce principal del rio Medellín que termina en el recubrimiento de concreto, no hubo desbordamiento porque hay una grama lateral, pero llegó a niveles entre la cobertura de concreto y lo que sería las márgenes laterales”, explicó el gerente del Sistema de Alerta.
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Sin embargo, no es el río Medellín el que más preocupa a las autoridades cuando se ha llegado a la mitad de la temporada de lluvias, que se espera termine en la primera semana de junio.
“Los retos más importantes son sus afluentes, pues son más susceptibles de inundaciones súbitas, eso es más preocupante”, dijo Hoyos.
Los lugares a los que se refiere son las quebradas Doña María, en Itagüí; La picacha, en el corregimiento Altavista, en Medellín; La doctora, en Sabaneta.
Para evitar percances en esos sitios, las autoridades instalaron cuatro alarmas sonoras (similares a la que se dispuso en Salgar (Antioquia) para alertar a la comunidad sobre posibles desbordamientos. Otro de los aparatos fue puesto en un afluente de la comuna 8.
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“Venimos instalando alarmas sonoras para alertar a la comunidad, que les permita evacuar a tiempo cuando se presente una alerta por temas de inundación súbita”, dijo Hoyos, quien agregó que “estamos en permanente monitoreo del riesgo y su posible cambio, pues el nivel de amenaza está dado por los niveles de precipitaciones y la vulnerabilidad misma del sistema que tiene que ver con la cuenca y cómo se ha asentado la comunidad alrededor de la misma”.
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