Son acogidos exclusivamente en los casos de secuestro que cometió esa guerrilla y que investiga el tribunal para la paz.
Luis Alirio Mora Urrea, uno de los hermanos que fueran propietarios de los supermercados Merkandrea y Supercundi, y contra quienes pesa una investigación por presunto testaferrato con las FARC, relató parte de su calvario: “me dejan (dejaron) al pie de la cascada y ya pasando más de 10 o 15 días comienzo a sentir dolor de cabeza y a escuchar voces”.
La JEP decidió aceptarlos como víctimas de secuestro de ese mismo grupo guerrillero, luego de que uno de los integrantes del frente 22 confirmara que esa organización secuestró a Luis Alirio en 1999.
Una de las pruebas que presentaron ante la JEP fue la certificación de la Cruz Roja donde se indica la fecha de los hechos y las supuestas agresiones que sufrió Mora Urrea durante su plagio.
A pesar de haber sido aceptados como víctimas por la JEP, contra estos hermanos se mantiene una investigación por presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito ya que, según la Fiscalía, habrían servido de testaferros para los frentes 51, 53 y 55 de las FARC a través de los supermercados de su propiedad.
Updated: junio 19, 2019 11:05 a. m.