Noticias Caracol conoció la historia de un sargento del Ejército que por 17 años ha desactivado miles de artefactos explosivos por todo el país. El curtido militar contó las misiones más complejas y cómo se prepara junto a sus hombres para enfrentar cada misión.
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Una serie de imágenes tomadas hace menos de un mes en zona rural de Norte de Santander muestran a un hombre con un traje de protección amarrado a una cuerda táctica y da pasos cautelosos hacia los cilindros bomba instalados por el ELN, pues se trata del sargento Giovanni Pérez, técnico antiexplosivos del Ejército Nacional.
"Cuando uno inicia en un procedimiento hay ese nervio agudo que se va en un evento de estos, pero el mismo desarrollo y la asesoría de los compañeros lo va calmando", expresó el sargento Pérez.
Ya controlados los latidos del corazón, él hace una oración.
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"Soy cristiano, me echan una manito desde arriba, y siempre antes de iniciar un procedimiento nos encomendamos al Dios todopoderoso para que todo salga bien", agregó el militar.
Por último, camina directamente hacia la amenaza.
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"Pensamos en la familia una parte, pero en el momento que ya ingresamos a la amenaza como tal todo eso pasa a un segundo plano y se centra uno en la amenaza", señaló.
Ese día fue atacada una unidad militar con dos cilindros bomba, pero había un arsenal escondido listo para detonar.
“En el momento que llegamos al sector encontramos otro artefacto, en total encontramos 10 artefactos sin detonar y con todos los protocolos los logramos neutralizar
Como si fuera poco el riesgo de una explosión, las prácticas criminales de los grupos ilegales aumentan el riesgo.
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“La amenaza que había del artefacto explosivo es un francotirador u otro artefacto explosivo que puede haber", indicó este técnico antiexplosivos.
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El sargento Pérez completa 17 años desactivando explosivos por todo el país y aunque dice que siempre se siente temor, está convencido de su misión.
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"Siempre vamos a estar prestos para salvaguardar vidas, que es lo que nosotros hacemos, la vida de la población civil, de las tropas, incluso del enemigo si es posible", añadió.
En el último año, Pérez y sus hombres del grupo Marte del Ejército han desactivado más de 120 amenazas entre carros bomba, depósitos ilegales, minas antipersonal y cilindros bomba, convencido de que arriesgar su vida en cada misión lo vale.