Médico venezolano que dejó su país, hoy es un reconocido especialista en Colombia

Miguel Ángel Galván, ortopedista infantil, tuvo que abandonar Venezuela, dice, huyendo de una crisis social y política.

Hace cuatro años veía un futuro nublado y confuso, pues su vida y grandes logros estaban en la cuerda floja.

“Mi esposa y yo después de llorar mucho toda la noche, en la mañana, me dice tenemos que irnos, yo le dije para dónde, yo soy médico es muy difícil convalidar”, cuenta Galván a Noticias Caracol.

Junto a su esposa y seis hijos tenían claro que debían emigrar.

“Cuando cruzamos la frontera y sentirme como a salvo al ver un policía colombiano sin ser mi compatriota, es una sensación muy rara, sentirme a salvo en otro país”, manifiesta el médico especialista en reconstrucción ortopédica.

Su destino fue Medellín, una de las ciudades más pobladas. Según las autoridades en la capital antioqueña hay cerca de 45 mil venezolanos.

“Terminamos en Medellín por múltiples razones. Colombia es un país con una seguridad social que ofrece facilidad de trabajo, y poder servir a la gente. Porque aunque a los colombianos les parezca muy raro, es el menos malo de todos los sistemas de seguridad social de Latinoamérica”, señala.

Galván es reconocido en el mundo como uno de los mejores especialistas en enfermedades como huesos de cristal. Esta pequeña de Bogotá, por ejemplo, goza de una mejor calidad de vida tras una intervención del doctor Miguel.

Vea aquí: La cirugía que cambió la vida Samar, una niña con síndrome de huesos de cristal “Tiene un conocimiento impresionante y ha logrado cambiar la vida de los niños con las patologías más complejas de la clínica”, manifiesta Mónica Velázquez, gerente Clínica Noel. 

Por su parte, Claudia Restrepo, directora médica de la clínica señala: “la ciudad se ha visto muy beneficiada con la llegada del doctor Miguel Galván, es un especialista experto en manejo de enfermedades huérfanas”.

Este venezolano de 54 años, es un ejemplo de persistencia, de resiliencia, es uno de los médicos de la Clínica Noel de Medellín y cuenta con un consultorio particular, en donde hace sonreír a decenas de pequeños con enfermedades poco comunes.

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