Pese a que la Alcaldía habilitó una ruta humanitaria para retornarlos a su país, todos los días llegan más extranjeros.
Luciana Halac, migrante venezolana, perdió la cuenta de las horas que tuvo que caminar desde Venezuela para llegar a Cali. Estuvo primero en Pasto, en donde, dice, no se amañó. Llegó a la capital del Valle del Cauca en busca de mejores condiciones.
“Me dijeron: ‘no, vete a Cali que es más cerca y es más caliente. Allá puedes conseguir oportunidades”, manifestó la mujer.
Pero la travesía no resultó como ella esperaba, pues terminó instalada en los alrededores del CAM con sus pocas pertenencias a la deriva, durmiendo en el piso y “con la dignidad extraviada”.
“Nosotros como mujeres necesitamos higiene para, por lo menos, poder orinar. Pero no, uno tiene que andar haciendo en el monte y es horrible”, explicó la migrante.
Ella y centenares de ciudadanos venezolanos ruegan por ayuda para retornar a su país.
En medio de un corredor humanitario, la Alcaldía ha repatriado ya a 1.600 extranjeros a Venezuela, un proceso que le costó al municipio más $700 millones y que ya no está dispuesto a enfrentar sin el apoyo de los gobiernos implicados.
“El gobierno de maduro se tiene que poner las pilas y tiene que tratar de atender a sus nacionales. No importa donde se encuentren, debe ayudar a financiar su regreso”, aseguró el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.
Como un último esfuerzo de ciudad, el alcalde anunció que Luciana y otros 500 migrantes, entre los que se encuentran niños, acianos y personas en condición de discapacidad, podrán regresar a Venezuela en 20 buses que se dispondrán en las próximas horas.
En contexto:Alcalde de Cali dijo que no dispone de recursos para seguir llevando venezolanos a la frontera