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Un dragoneante del Inpec murió y otro quedó gravemente herido tras un ataque en el municipio de Palmira, en Valle del Cauca, durante la noche de este viernes 3 de octubre, día en el que también se registró en Bogotá otro ataque sicarial contra tres guardias de la misma institución en la cárcel La Modelo, y uno de ellos falleció.
Se conoció que el dragoneante asesinado en inmediaciones de la cárcel de Palmira se llamaba Manuel Antonio Becerra Palma, y que el que quedó gravemente herido es Oscar Julián González Garzón, cuyo pronostico es reservado. Las autoridades de Valle del Cauca alertaron que horas antes también se presentó un ataque cerca al centro penitenciario de Buga, donde también algunos guardias resultaron lesionados.
Debido que se registraron tres ataques en menos de 24 horas, la Organización de Servidores Penitenciarios (OSP), en representación de los trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), le enviaron una carta al presidente Gustavo Petro "para solicitar de manera urgente la convocatoria de una reunión de alto nivel con las entidades públicas vinculadas, en respuesta a la grave situación de seguridad que enfrentamos".
Indicó que estos actos de violencia son "un reflejo de la crisis estructural que atraviesa el Sistema Penitenciario Colombiano, marcada por la inseguridad para nuestro personal, la falta de recursos, el hacinamiento carcelario y la creciente influencia de redes criminales dentro y fuera de los centros de reclusión. Los servidores penitenciarios arriesgamos nuestras vidas diariamente sin las garantías necesarias para cumplir con nuestro deber".
El guardián del Inpec asesinado en la entrada de la cárcel La Modelo de Bogotá fue identificado como Miguel Muñoz Llano. El joven dragoneante, de 26 años de edad, estaba de turno junto a otros tres guardianes cuando, mientras hacía el relevo, cuatro hombres -dos de ellos armados- que se movilizaban en dos motocicletas les dispararon de manera indiscriminada. Muñoz Llano fue traslado a una clínica, pero ante la gravedad de las heridas murió minutos después mientras ingresaba al centro médico. Los otros tres funcionarios recibieron atención.
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El coronel Daniel Gutiérrez, director del Inpec, señaló en entrevista con Noticias Caracol en vivo que no había una amenaza en concreto contra algún funcionario de esa prisión. No obstante, detalló que este año se han adelantado unos 17 mil operativos "con la guardia penitenciaria, con trabajos del Inpec que se arriesgan, hemos hecho recepción de condenados y sindicatos, y todo esto molesta a la delincuencia y quieren generar intimidación y pánico en nuestros trabajadores".
Sin embargo, destacó que no hay por ahora una hipótesis sobre quiénes están detrás del ataque. "La Policía Nacional llegó muy temprano al lugar de los hechos con la Sijín, con inteligencia, a recolectar la información y hacer todo el proceso investigativo para dar con la captura de esos delincuentes, con los actores, materiales e intelectuales y poder destramar este hecho violento", afirmó el coronel Gutiérrez.
La carrera 56, el lugar donde se presentó el atentado, fue acordonada por parte del CTI Bogotá, que asumió la investigación. De acuerdo con la Fiscalía, el ataque fue cometido por dos hombres a bordo de una motocicleta, pero el Inpec no descarta que otros dos hombres en moto hayan participado en el ataque. En la escena, los investigadores encontraron vainillas de revólver, que al parecer fue el arma que utilizaron los sicarios.
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Mientras las indagaciones avanzan, uno de los sindicatos del Inpec encendió las alarmas por la difícil situación de seguridad de los dragoneantes. En entrevista con Noticias Caracol, Cristian López Mora, vicepresidente del sindicato del Inpec, relató que, "más allá de individualizar una amenaza, estamos viviendo por varios años un plan pistola permanente en contra de nuestros compañeros"
LAURA VALENTINA MERCADO
NOTICIAS CARACOL DIGITAL