El contrato de $30 millones, destinado a niños en Santander, fue adjudicado a una empresa que no sabe de culinaria ni nutrición.
“La asociación de nosotros no presta ese servicio porque es netamente dedicada a la operación de grúas”, reconoce José Ángel Gómez, representante legal de la empresa de grúas,
Gómez dice desconocer ese contrato y a Olga Hernández, persona a quien se giraron los $30 millones. Mucho menos le suena el nombre de Surcolombiana, cooperativa con la que la gobernación firmó los contratos para alimentar a los niños más pobres de Santander.
En la lista de pecados cometidos contra el Plan de Alimentación Escolar también se encuentran sobrecostos, contrataciones a dedo y empresas de papel. Por culpa de estas practicas un total de 124 mil niños se quedaron sin comer o alimentándose a medias.
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Igualmente se pagaron $290 millones por frutas y verduras que, según la Fiscalía, terminaron en una fiducia para la compra de un apartamento en Bucaramanga.
En total, esta gobernación firmó con Surcolombiana contratos por más de 35 mil millones de pesos.
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Si quiere conocer acerca de los sobrecostos:
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