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La muerte de una familia bogotana en un hotel de San Andrés sigue llena de incógnitas. Medicina Legal confirmó intoxicación por fosfina, pero ¿cómo llegó ese gas letal a la habitación? Séptimo Día reconstruyó detalles del caso y habló con autoridades, responsables del hotel y de la empresa de fumigación.
Viviana Canro, su esposo Nelson Martínez y su pequeño hijo Matías, de tan solo 4 años, murieron en la habitación 404 del hotel Portobelo en San Andrés en julio de 2025. La familia había llegado allí, en compañía de los padres de la mujer, a disfrutar de unas vacaciones soñadas en la isla de los siete colores.
Durante meses, Viviana Canro, estilista bogotana de 42 años, y Nelson Martínez, de 52 años, habían planificado y ahorrado para ir al archipiélago de San Andrés. "Ella me dijo ‘yo quiero que mi mamita y mi papito vayan y conozcan el mar’", comentó en Séptimo Día Cecilia Zuluaga, madre de la mujer.
Una vez llegaron a la isla la noche del 9 de julio, se hospedaron en el hotel Portobelo. Sin embargo, desde el inicio Viviana mostró cierta incomodidad con la habitación asignada y, en mensajes enviados a sus hijas mayores que estaban en Bogotá, comentó sobre olores extraños y falta de respuesta del personal cuando pidió un cambio.
“Ese hotel está re re mohoso, huele hartísimo, hartísimo a moho. Uy, no, me dio pena, me sentí mal con mis papás. No, no sé qué hacer”, decía Viviana en uno de los audios que le envío a su hija.
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Al otro día, la familia – Viviana, su esposo, su hijo y sus padres - disfrutó de planes sencillos como caminatas y una larga estadía en la playa y en la noche decidieron que el viernes 11 de julio alquilarían un vehículo para recorrer la isla y conocer más rincones de San Andrés. Sin embargo, esa mañana todos sus planes se fueron al piso.
Orlando Canro, padre de Viviana, fue a buscarlos a la habitación 404, pero no encontró respuesta alguna, por lo que solicitó a los encargados del hotel abrir la puerta para ver qué había ocurrido. Lo que encontró lo marcaría para siempre: su hija, su yerno y su nieto estaban sin vida. El desconcierto fue inmediato, no había signos de violencia en los cuerpos y todas sus pertenencias estaban en la habitación, por lo que rápidamente se descartó la hipótesis de un robo.
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“Tanto alrededor del cuerpo de la femenina como en la parte interna del baño había mucho vómito. Podríamos decir que se trataba de una intoxicación", explicó el mayor Miguel Ángel Martínez, comandante de la Policía de San Andrés, en Séptimo Día.
Las preguntas sobre qué era lo que había ocurrido entre el 10 y el 11 de julio eran muchas y los familiares no se explicaban por qué su sueño se había vuelto una pesadilla, literalmente, de la noche a la mañana. “Nosotros vinimos cinco y eso es lo triste, que no volvimos sino dos con vida", relató Orlando, en medio del llanto, al equipo de Séptimo Día.
De inmediato, las autoridades iniciaron las respectivas investigaciones, pero solo unas semanas después se conocieron los primeros indicios. La clave fue el resultado de las necropsias entregadas por Medicina Legal, que señalaba que la causa de la muerte fue intoxicación por fosfina, un gas letal. Pero, ¿de dónde salió ese químico?
Mientras se adelantaban las pesquisas, el hotel había informado de una fumigación realizada en la habitación contigua, la 405, para un control de plagas, entonces, tras el informe de Medicina Legal, el foco se puso sobre la empresa encargada de este procedimiento: Livco EU, contratista con amplia trayectoria en la isla.
Séptimo Día conoció el documento que la empresa entregó al hotel Portobelo luego de fumigar la habitación 405. El técnico que realizó el procedimiento, de nombre Michael Garzón, escribió que “se realizó un tratamiento correctivo para el control de chinches en la habitación, cerrándola dos días para el producto activar”. Según el informe, el producto utilizado habría sido un insecticida denominado Demand Duo, comúnmente aplicado en entornos urbanos para combatir chinches y otros insectos.
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Sin embargo, un mes y medio después de la tragedia de esta familia bogotana que había ido de vacaciones a San Andrés la autopsia de los dos adultos y el menor de edad reveló que la muerte se dio por una “intoxicación exógena por fosfina”. Según el padre y abuelo de las víctimas, eso se debió a la “fumigación en el 405 que se pasó a la otra habitación”.
De acuerdo con expertos, la fosfina es un gas que se libera cuando el fosfuro de aluminio, usado como plaguicida agrícola, entra en contacto con la humedad. Su aplicación está prohibida en espacios cerrados porque basta con pequeñas concentraciones para resultar mortal.
Así las cosas, una de las hipótesis es que el fumigador pudo haber usado fosfuro de aluminio o una sustancia similar, pero consignó en el reporte oficial otro nombre. “Al parecer, esta empresa utilizó un producto de fumigación que no está permitido y un producto que no reportó al hotel haber utilizado”, señaló el abogado de Portobelo.
Sin embargo, Livco EU emitió un comunicado en el que negó haber empleado químicos prohibidos y sostuvo que cumple protocolos y que la sustancia usada está autorizada. Insiste en que el técnico siguió las instrucciones establecidas y que el insecticida utilizado fue Demand Duo.
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El empresario Rodrigo Livingston, dueño de Livco EU, le dijo a Séptimo Día que no quería pronunciarse por el momento sobre el tema “porque eso está en manos de la Fiscalía”. Sobre la posibilidad del uso de una sustancia prohibida y altamente letal en la fumigación de la habitación 405, el hombre dijo “eso está por verse”.
La administración del Portobelo tampoco ha salido bien librada. Aunque contrató a una empresa con trayectoria, a quienes señalan que no avisó a la familia que dormía en la habitación contigua.
Al parecer, la fosfina solo llegó a la habitación 404 porque, según los planos del hotel conocidos por Séptimo Día, esta es la única ubicada al lado de la 405 y estarían comunicadas por un conducto de aire, que ahora investigan como posible entrada del peligroso gas.
La toxicóloga Rosalina González explicó que este “gas empieza a entrar y te empieza a desplazar el oxígeno y realmente no te vas a dar cuenta, pierdes el oxígeno, inhalas la fosfina y obviamente ya unas 2 horas, 3 horas expuesto, no hay nada más que hacer y eso hace que desencadenen esa muerte”.
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La Fiscalía investiga a los responsables por homicidio culposo. El caso aún está en etapa de pruebas, pero las conclusiones de Medicina Legal son una pieza clave: la fosfina fue la causa de la muerte. Entre tanto, la familia de las víctimas sigue exigiendo justicia.