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El pasado 11 de septiembre llegaron a la capital los primeros vagones de la línea 1 del metro de Bogotá. Este arribo se convirtió en un gran hito en la construcción del sistema de transporte tan esperado por la ciudadanía.
Los vagones llegaron desde Cartagena, luego de 6 días y 1.200 kilómetros recorridos fueron acoplados para convertirse en el primer tren de metro de Bogotá que se ya se encuentra en el patio taller ubicado en Bosa, en donde pronto iniciarán las pruebas respectivas.
A este avance se suman también las cifras entregadas por la Alcaldía de Bogotá, según las cuales - a corte de agosto de 2025 - el avance de la ejecución del proyecto está en 62,16%.
Durante la construcción de la Línea 1 del Metro de Bogotá, los encargados también han reportado el hallazgo de “tesoros escondidos” bajo la capital colombiana. De acuerdo con la información, están trabajando en conjunto con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) para realizar un plan de manejo arqueológico que permita el debido cuidado y estudio de cada pieza histórica a encontrada al excavar.
Desde enero de 2024, en las obras del intercambiador vial de la calle 72 se descubrieron secciones de adoquín y restos del antiguo tranvía y en el desarrollo de la obra se han encontrado también cerámicas enteras y en fragmentos, semillas petrificadas, restos arqueológicos. ¿Qué está pasando con estos elementos?
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Una vez extraídas del lugar en el que son encontrados, estas piezas son llevadas al laboratorio de la Línea 1 del Metro de Bogotá para ser analizadas y sometidas a procesos de conservación. “Tenemos metales, cerámicas y también tenemos maderas. Aquí intervenimos el material dependiendo de las necesidades de cada uno", explica María Alejandra Buitrago, restauradora de patrimonio. Ella y su equipo están encargados también de realizar el monitoreo de los monumentos ubicados en el espacio público de la capital.
El primer tren del metro de Bogotá fue fabricado en la ciudad de Xi’an, en China, una de las capitales ferroviarias más importantes del mundo. Su diseño, de acuerdo con información entregada por la empresa, está inspirado en el águila negra del escudo de la ciudad, símbolo de fuerza y legado. Cada unidad mide 134 metros de longitud, está conformado por 6 vagones y puede transportar en un solo viaje hasta 1.800 pasajeros, 252 de los cuales podrán ir sentados.
La primera línea tendrá 16 estaciones cuyo tamaño es más o menos igual que el de muchos aeropuertos de ciudades intermedias del país y se espera, entre otras, que impulse el comercio en la capital. Los trenes operarán sin conductor, pero en los cuartos técnicos habrá personal capacitado para realizar la conducción de estos ante cualquier eventualidad, son 100% eléctricos, podrán circular en ambos sentidos, la velocidad máxima que alcanzan es de 80 km por hora y su intervalo de salida será de 140 segundos.
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Y, justamente en Xi’an, a más de 14.000 kilómetros de Bogotá, un grupo de jóvenes ingenieros colombianos se ha preparado para operar el metro que transformará la movilidad de la capital colombiana en 2028. Desde allí le contaron a Los Informantes, de Caracol Televisión, el orgullo que sienten de poder aprender para el futuro de la capital, pero también los choques culturales que han tenido durante su estadía en un país tan distinto.
“Un choque cultural que yo tuve, no sé si en otros países saben o si en Colombia saben cómo son los baños en China. Uy, lo primero que me pasó aquí fue el baño, porque uno está acostumbrado a su baño occidental y no es muy común… Afortunadamente en el dormitorio nos acomodaron para que nosotras las niñas tengamos nuestro baño occidental, pero igual es muy raro encontrar en un centro comercial o en un lugar común un baño occidental”, contó Jessica Berdugo, una ingeniera boyacense de 27 años que lleva más de ocho meses en China. Otra de las sorpresas que destacó es que “la comida aquí es muy picante”.
Por su parte, el ingeniero Paolo Martínez comentó en Los Informantes que “en la ciudad de Xi'an hay algunos metros que no tienen ventana para poder ver a los laterales y era algo que los conductores de allá (Bogotá) decían que era importante que tuviera el metro”.
Otra de las curiosidades que se han reportado en medio de la construcción del Metro de Bogotá es que en distintos puntos de la capital donde estarán ubicadas las estaciones, artistas urbanos de las localidades se unieron para darle color y vida a las calles a través de murales.
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También se informó hace unos días que en el patio taller de Bosa se han realizado caracterizaciones de especies de fauna con el fin de monitorear su bienestar y cuidado durante la construcción del metro. Entre los animales encontrados en la zona están: pájaros copetones, ranas sabaneras, culebras de pantano, pájaros chirlobirlos, búhos campestres y el llamado ‘conejillo de indias’ o curí, entre otros.
Para la construcción del metro de Bogotá, ingenieros y otros profesionales chinos han trasladados sus operaciones a Colombia y, aunque muchos han reconocido algunos miedos previos a su llegada al país, destacan que hay cualidades de los habitantes de cada región que los han sorprendido gratamente.
“Cuando llegué por primera vez, el conductor que me recogió fue muy amable y extrovertido”, contó en Los Informantes el ingeniero Pengxiang Song, agregando que “no es lo mismo que en China, ellos tienen cara de pocos amigos. En este país todas las personas son muy amables y en poco tiempo hice muchos amigos”.
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Fue tal el encanto por Colombia que el ingeniero Song decidió que su familia se mudara para vivir en este país. Su hija Yifan Song reconoció que aquí “es más feliz, (Colombia) tiene como muchas actividades, pero en China no tanto, solo trabajar y trabajar. Estamos felices”.