Ante la pregunta del periodista Edward Porras -Ojo de la Noche de Noticias Caracol- sobre si cree que hay racismo en la Policía Nacional, un uniformado en Bogotá
contestó: “Claro que sí. Y precisamente en esos tiempos, ¿quién lo podría creer? Pero sí hay”.
El patrullero lleva 12 años en la institución y decidió denunciar a uno de sus superiores, quien en las últimas semanas lo ofendió, según su relato.
“Una vez, mientras teníamos una confrontación en la guardia de la estación, cuando yo me desplazo hacia la plaza de armas, donde estamos formando, cuando voy a mitad de camino, el señor teniente me alcanza y me dice la frase ‘¿qué tal ese negro, hp?’. Esa es la frase racista como tal por la cual le estoy haciendo la queja”, explicó el uniformado.
Afirmó que la pelea con el comandante de uno de los CAI de la localidad de Fontibón terminó en una reunión extraordinaria en la Policía Metropolitana de Bogotá.
El patrullero puso la queja contra el “teniente en el PSI, nos citaron a comité de convivencia. Presidió el comité de convivencia el subcomandante de la Metropolitana. Allá estuvo el psicólogo, estuvo el comisario que en ese entonces era el asesor de comando”, detalló.
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Pensando que su queja por racismo había sido atendida satisfactoriamente, siguió con su trabajo, pero la discriminación, afirma, aumentó a tal punto que “he sido notificado de traslado para el Cauca. Hace diez días fui notificado por parte del talento humano de la estación”.
No entiende cómo una queja suya, por lo que para él fue un ataque racista, terminó con la expulsión de Bogotá, donde “estoy radicado con mi familia, mi esposa, tengo un niño de un año. Ella es de Boyacá y para irme al Cauca los dejo acá botados y ellos quedan solos”, sostuvo.
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Ahora mismo pide que talento humano de la Policía investigue y, ante todo, resuelva este caso que tiene afectada a toda la familia.