Una mujer, según la Dijín, era llamada por los presuntos delincuentes como ‘la Reclutadora’. Su misión era buscar ciudadanos interesados en prestar cuentas bancarias para que los delincuentes consignaran el dinero hurtado a las empresas en Atlántico, Risaralda y Cundinamarca.
“Utilizaban software malicioso –explicó el general Jorge Rodríguez- para acceder remotamente a los computadores de contabilidad de las diferentes compañís. Allí accedían a las cuentas de los funcionarios y robaban toda la información”.
Con este modus operandi, en menos de un año, los ocho capturados por la Policía desocuparon las cuentas de seis empresas y lograron robar cerca de dos mil millones de pesos, indicaron las autoridades.
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