Unos cuestionan si las cárceles sirven para resocializar o son universidades del crimen, otros tienen fe en la ley de pequeñas causas. Este es el panorama.
La política criminal que rige en la actualidad en Colombia se adoptó del sistema penal acusatorio de Estados Unidos, que incluye rebajas de penas y otros beneficios para los delincuentes.
“Nuestra ley trae contemplado en su legislatura resocializar a estos delincuentes. Sin embargo, empíricamente esto no se puede hacer; las cárceles son universidades de la delincuencia. Por eso cuando entran a las cárceles salen incluso más profesionales para delinquir", opina Julián Quintana, abogado penalista y exdirector del CTI.
Para Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, se debe evitar el populismo punitivo: “pensar que disminuyendo las edades para penalizar o aumentando las penas vamos a solucionar el problema. Pero también es cierto que nos toca revisar el código penal, por ejemplo, las personas que son reincidentes deben recibir un castigo más elevado".
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Pese a este panorama, Edward Rodríguez confía en que la ley de pequeñas causas sirva para mejorar la situación.
"Esta ley permite que, en tan sólo dos audiencias, en menos de 24 horas, el ladrón esté en la cárcel, esté judicializado y que, además de eso, indemnice a la víctima”, sostiene.
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En la actualidad, se encuentra en curso un proyecto de ley para reformar la política criminal y carcelaria del país, donde se espera mejorar las condiciones del sistema penitenciario, hacer un uso racional de la prisión y fortalecer las instituciones.
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