Las autoridades de Santa Marta desmantelaron una red de criminales que quemaban terrenos de cerros para luego venderlos a personas de bajos recursos y que construyeran sus viviendas en estas zonas de forma ilegal.
Una vez La zona una vez es devastada por las llamas, se acordonada para ser vendida como un lote, hasta en 300 mil pesos.
“Eliminaban la cobertura vegetal y después lo vendían, ¿a quién?, a gente de escasos recursos, a gente que vive del reciclaje y a los hermanos venezolanos que, como ven que el cerro es fuerte y aguanta en época de verano, se vienen y se asientan en esa zona”; explicó Jaime Avendaño, director Prevención de Desastres de Santa Marta.
Además del grave daño ambiental, la ocupación ilegal en los cerros se convierte en un dolor de cabeza para las autoridades y un riesgo para las personas que construyen sus viviendas en estas zonas.
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Los cerros de mayor ocupación se ubican en las áreas norte y oriente de esta ciudad.