Familias en sector de Villa Fátima, en su mayoría wayú, tienen sus casas inundadas. Esta emergencia mantiene incomunicados a varios sectores de la Alta Guajira.
“Pegó un fuerte aguacero, 8 horas, estamos apurados con el agua”, contó Juan González, uno de los damnificados.
Su principal preocupación es que el agua sigue subiendo y, además, podría convertirse en un grave problema de salud pública.
“Se viven en unas condiciones de insalubridad, niños con infecciones, además de eso hay muchas larvas y mosquitos, y eso trae infecciones y enfermedades", señaló Rubén Peña, otro afectado.
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Gestión del Riesgo analiza la situación y prepara un plan de contingencia.