Por tercera vez en un año, el corregimiento de Arroyo Grande padece sed por culpa del hampa. Delincuentes se llevan hasta los tubos del sistema.
Entre los elementos hurtados hay tableros de control, luminaria, cableado y piezas esenciales para el bombeo.
La vegetación espesa y la falta de vigilancia en el pequeño acueducto de la población facilita la tarea de los ladrones.
“Ahoritica no tiene ningún elemento de seguridad, o sea, se puso una alarma allí, pero dicha alarma no funciona, es fácil acceder ahí”, explicó Elkin Medina, directivo de la Asociación de Pescadores.
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Ante la situación, la comunidad decidió conformar una brigada de seguridad voluntaria para evitar más saqueos a la planta de tratamiento.
Por ahora, los habitantes de Arroyo Hondo deberán abastecerse de carrotanques y reservas de agua lluvia mientras se adelantan los trabajos de reparación.
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Los líderes comunitarios exigen mayor presencia de fuerza pública en la zona para evitar los saqueos.
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