En el departamento de Santander, la histórica victoria del Atlético Bucaramanga resonó más allá de los estadios y las calles, llegando incluso a los templos religiosos.
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La euforia alcanzó al municipio de Girón, Santander, donde un sacerdote decidió compartir su alegría con los feligreses durante la misa. El párroco, sin reparos, colocó a todo volumen la canción La cumbia de los trapos, popular entre los seguidores del Bucaramanga.
Los feligreses fueron testigos de una misa poco convencional, donde el altar no solo presentaba el Cirio y la Biblia, sino también un peluche de un leopardo, la mascota emblemática del club, y al fondo una bandera del Atlético Bucaramanga.
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Entre cánticos, el sacerdote esparció agua bendita mientras un monaguillo coreaba la canción sosteniendo la calderilla.
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