Con el paso de los días, el coronavirus COVID-19 sigue dejando víctimas mortales e historias de sobrevivientes que vieron de frente a la muerte y lograron ganarle la batalla. Tal es el caso de Javier Alfonso Ramírez, un ciudadano que no creía en la enfermedad, pero esta le demostró su existencia de la peor manera.
Tras sobrevivir, contó que relajó las medidas de bioseguridad y se contagió. Los síntomas empezaron como los de una gripa. Sus complicaciones lo llevaron hasta una unidad de cuidados intermedios de Soacha .
“Yo no creía en el COVID-19. Andaba común y corriente por la calle. Sí me ponía el tapabocas, pero salía a tomar tinto con los clientes. Luego de los síntomas, me hospitalizaron, duré 20 días en el hospital. Los que no creen en el coronavirus, cuando lo viven como yo lo viví, saben que es una pesadilla. Los médicos tienen turnos de 24 horas, están cansados. Yo estuve a milímetros de ser intubado”, aseguró el sobreviviente.
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Javier asegura que vio a varios pacientes que se complicaron de un momento a otro y fallecieron en cuestión de minutos. Además de temer lo peor, debió pasar su cumpleaños 43 en una camilla.
“Esto es tenaz, entrar a un hospital y darse cuenta que todos los días se muere la gente. Soy testigo de que todas las noches salía una persona en una camilla dentro de una bolsa blanca”, narró.
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Por su parte, Wilson Arévalo, jefe de la UCI de la clínica San Luis, narró cuál es la situación de los pacientes con COVID-19 que terminan hospitalizados.
“Esos pacientes tienen 35 años, son jóvenes intubados. También pacientes de 64. Es muy complejo, los pacientes tienen ventilación mecánica”, indicó.
Pese a que Javier venció a la enfermedad, sus pulmones quedaron comprometidos. Hoy, luego de renacer, reconoce la letalidad de un virus, que cada vez es más impredecible y que sigue cobrando vidas.
El secretario de salud de Soacha, tildó de delicada la situación que vive ese territorio por cuenta de la enfermedad.
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“Tenemos las UCI con ocupaciones que superan el 98%. Ha sido producto de la irresponsabilidad de personas que creen que el virus no existe”, recalcó John González.
Hasta el pasado 13 de mayo, las autoridades de Bogotá confirmaron que la capital del país contaba con 133 camas de UCI para personas infectadas con COVID-19.
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