Se agudiza crisis humanitaria en el Medio y Bajo Atrato del Chocó

Comunidades siguen confinadas y sin alimentos o medicamentos. Autoridades aseguran que hay presencia militar en las riberas de los ríos Jiguamindó y Domingodó.

Las imágenes que muestran a niños, mujeres y hombres escondidos en una grieta dejan ver la gravedad del conflicto entre grupos armados ilegales que afrontan comunidades en el Chocó.

Son indígenas de Jagual, Pichindé y Marcial en Riosucio que permanecen atemorizadas por el fuego cruzado y piden el acompañamiento de la Unidad Nacional de Protección ante las constantes amenazas.

“Son veintiséis líderes indígenas amenazados por grupos al margen de la ley que operan en el Chocó, en el Bajo Atrato, Urabá chocoano”, explica Luis Ángel Gindrama Manyoma, consejero nacional de derechos humanos del Gobierno Mayor.

En las últimas horas, miembros de la séptima división del Ejército impidieron el secuestro de uno de los líderes indígenas de la comunidad de Jagual luego de intensos combates con integrantes del Clan del Golfo.

De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, unas cinco mil personas continúan confinadas en Riosucio, Bojayá y Carmen del Darién pese a la presencia de la fuerza pública.

Advirtió que seis comunidades en el río Opogadó en Bojayá, dos en el río Napipí y otras tres en el río Bojayá están en inminente riesgo de desplazamiento.