Desde Quibdó, líderes sociales denunciaron que, pese a que el Gobierno nacional se niega a creer que en el Chocó hay una crisis humanitaria, la situación es bastante complicada por el crecimiento de la violencia. Hay municipios que están desabastecidos por las restricciones de movilidad.
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Alacenas vacías y con algunos alimentos dañados es el común denominador en las tiendas de Docordó, en el litoral del San Juan.
“No se consigue nada de lo que es verdura, todas las estanterías están vacías y lo poco que hay, se ha ido deteriorando”, expresó un habitante de Docordó.
En Sipí, más de mil personas de cinco comunidades rurales, están entre confinadas y desplazadas por el hostigamiento de los grupos armados ilegales. La personería lanzó un SOS.
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“Que tomen las acciones pertinentes, en miras de garantizar la vida y la libertad de los habitantes de este ente territorial”, declaró el personero de Sipí, Seguey Palacios.
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Elizabeth Moreno, lideresa del Consejo Comunitario General del San Juan, aseguró que, en las zonas rurales de Istmina, Medio San Juan, Litoral del San juan, Nóvita y Sipí, la crisis humanitaria va de mal en peor.
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“Que de las 72 comunidades que hacen parte del título colectivo de Acadesán, 39 comunidades, más o menos, hoy se encuentran en calidad de desplazadas y de confinadas”, sostuvo.
Otra preocupación constante de los líderes sociales es la siembra de minas antipersonales, reclutamiento forzado y abusos sexuales. Por eso, invitan a los entes del Gobierno y de derechos humanos a realizar misiones humanitarias para que se verifique la crisis que vienen sufriendo estas comunidades afro e indígenas.
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