Es liderada por un bogotano que vivió en carne propia el flagelo de esta adicción y lo da todo para que otros salgan de ese abismo.
“Ya sentía que la marihuana no me hacía nada y es así como termino entonces consumiendo cocaína", reconoce Andrés Gutiérrez, el hombre que, con amor de madre, lucha junto a jóvenes contra esta problemática.
Actualmente, 20 adolescentes viven en la fundación y reciben tratamientos para superar la adicción. Aprenden de panadería, pizzería y otras manualidades.
El logro para él es ver que de los 1.500 pacientes que han pasado por la fundación en 18 años, un 75% están completamente rehabilitados.
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