Para Luis Carlos Reyes, el director, “el hallazgo más preocupante es que no se ve por ningún lado la plata que el gobierno dice que está gastando en la emergencia porque nos dice que está gastando el 11% del PIB, es muchísima plata. Pero si uno se pone a ver los detalles, de ese 11%, 6 puntos porcentuales son garantías de préstamos que ha dado el gobierno, pero lo han reportado como gastos”.
También explica que “no hay registro oficial de más de medio punto porcentual a dónde está saliendo esa plata”.
Por ejemplo, dicen que esos gastos son para fortalecer el sector salud, pero no hay exactitud cómo son las inversiones. “Esos datos no están”, señala Reyes.
Según la investigación, “el gobierno ha apartado una plata para gastos en la emergencia, pero una cosa es apartar esa plata y otra cosa es contarnos cuáles son los planes detallados con esa plata, peso a peso y no billón a billón. Eso no lo ha hecho”.
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En países como Nueva Zelanda, el gobierno muestra cuánto dinero se va a gastar programa por programa, añade.
“Puede que haya un plan magistral para la inversión de estos recursos, pero en una democracia es una obligación de ellos compartirlos con la ciudadanía porque es nuestra plata y necesitamos que nos cuenten que están haciendo con ella”, es otra observación de Reyes.
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Traduciendo esos porcentajes a cifras, el director explica que “el gobierno dice que le está dedicando a la emergencia 117 billones de pesos, pero nosotros vemos que 60 billones no son gastos sino garantías de crédito”.