La reciente crisis de combustible que llevó a la suspensión de numerosos vuelos en Colombia ha dejado confusión y preguntas sin respuesta sobre el origen del desabastecimiento de combustible para aeronaves. La situación, que comenzó a agravarse durante el fin de semana pasado, ha expuesto una serie de problemas en la cadena de suministro y gestión del combustible, generando incertidumbre entre los pasajeros, las aerolíneas y las autoridades.
La respuesta del Gobierno
En una rueda de prensa, la ministra de Transporte, María Constanza García, abordó la crisis del combustible que afectó a las aerolíneas en Colombia. Según la ministra, el Gobierno mantuvo un monitoreo constante de la situación desde el inicio del incidente. "Nosotros ayer en una rueda de prensa informamos al país la situación y las acciones que se habían tomado, que había suficiente combustible, que teníamos que hacer una verificación y así lo estábamos haciendo de la mano de la Dirección de Hidrocarburos del Ministerio de Minas, de la mano de la Aeronáutica Civil, verificando inventarios", afirmó García. La ministra aseguró que, a pesar de los inconvenientes, había combustible suficiente para abastecer a las aerolíneas.
Perspectiva de las aerolíneas
Paula Bernal, gerente en Colombia de la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), explicó cómo las aerolíneas toman decisiones en relación al suministro de combustible. Bernal destacó que las aerolíneas se basan en la disponibilidad real del combustible en los aeropuertos, no solo en su producción.
"Nosotros, como aerolíneas, recibimos una notificación de los comercializadores de combustible de aviación, informándonos que en ciertos aeropuertos del país y en diferentes fechas no se podría hacer la entrega de todo el combustible de aviación", explicó Bernal.
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La falta de disponibilidad en los aeropuertos llevó a las aerolíneas a suspender algunos vuelos para garantizar la seguridad operativa.
Críticas y problemas en la refinería
Frank Pearl, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP), criticó la gestión del suministro de combustible y la respuesta del Gobierno. Según Pearl, los problemas en la refinería de Cartagena no son nuevos y se han venido acumulando.
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"Los problemas en la refinería de Cartagena vienen de tiempo atrás, no son de ahora con motivo del apagón que se presentó", afirmó Pearl.
Además, cuestionó la tardanza en la instalación del puesto de mando unificado, que solo se estableció nueve días después del apagón en la refinería.
Pearl también destacó que Ecopetrol ya había previsto una falta de combustible y decidió importar 180.000 barriles antes de que la refinería se detuviera.
"El 14 de agosto, antes de que Reficar se parara, Ecopetrol decidió importar 180.000 barriles. Eso lo que quiere decir es que antes del 14 de agosto ya había una previsión de que iba a faltar gasolina para avión", explicó.
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Además, resaltó que se hizo una importación de emergencia de 100.000 barriles que llegarán el 2 de septiembre.
La crisis de combustible para aeronaves ha revelado múltiples capas de complejidad y responsabilidad, desde problemas preexistentes en la refinería hasta decisiones de importación y gestión de emergencias. Aunque las autoridades y las aerolíneas han dado explicaciones, el incidente deja interrogantes sobre la eficacia de las medidas preventivas y la coordinación entre los diferentes actores involucrados.
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