Deben pescar en zonas lejanas del archipiélago y les preocupa los límites con Nicaragua. Han recibido botes y los acompaña la Armada, pero aún sienten temor.
Los pescadores artesanales dicen que no tienen problema, pues siempre consiguen algo. Sin embargo, la situación se complica para las cooperativas que trabajan a mayor escala.
Dicen que cerca de San Andrés hay mucha competencia por lo cual deben ir a lugares más distantes. Para ello han recibido botes por parte de la Agencia de Desarrollo Rural que tienen más capacidad de navegación.
Aunque esto ha sido una ayuda, les preocupa trabajar en zonas limítrofes con Nicaragua por las retaliaciones de ese país. Explican que las multas son tan grandes que prefieren perder el bote antes que recuperarlo. La Armada asegura que les hace acompañamiento para protegerlos.
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Cada día salen con la ilusión de una buena faena que les retribuya todo el esfuerzo en alta mar.