La comunidad de Buenaventura está expectante ante los cambios que el Gobierno realizó en el equipo de negociadores entre las bandas los Shottas y los Espartanos.
La tregua entre ambos grupos ha bajado el número de homicidios, pero hay preocupación por las extorsiones.
Para la comunidad no es fácil que monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura, quien ha sido alma y partícipe de este proceso entre los grupos al margen de la ley, no esté presente en los diálogos.
“Como obispo, mi misión continúa en lo mismo. Yo no soy delegado del Gobierno nacional para la mesa de diálogo, yo estoy encargado de verificar la voluntad de paz de los grupos al margen de la ley y continuó al frente como facilitador y acompañante”, afirmó el religioso.
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¿Qué dicen los negociadores del proceso en Buenaventura?
El representante a la Cámara Alejandro Ocampo fue el jefe negociador del proceso. A partir de hoy será Fabio Cardozo, quien tiene como reto mantener la tregua y lograr que los Shottas y Espartanos cesen las extorsiones en la ciudad, las cuales aumentaron en los últimos días.
“Nos interesa a los otros que se levanten este tipo de prácticas que ha hecho que en Buenaventura la canasta familiar sea, tal vez, la más cara de Colombia”, afirmó Fabio Cardozo.
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La comunidad desea lograr vivir en paz “porque le ha servido al distrito. Se han bajado los índices de criminalidad y esperamos que los acuerdos que pacte el Gobierno con todos ellos se cumplan. Eso es lo que ellos están esperando, tener garantías por parte del Gobierno nacional para continuar en este proceso de paz, porque todas y todos, desde el territorio, queremos vivir en paz”, aseguró Libia Mosquera, concejal de Buenaventura.
La tregua entre los Shottas y Espartanos se vive hasta el próximo 5 de agosto y se espera que la puedan continuar para el bien de los habitantes de Buenaventura.
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