Rastros de calor, dejados por usuarios, son aprovechados por ladrones. Por simple que parezca, pasar la mano es clave para no caer.
A la modalidad de las cámaras se unen los dispositivos electrónicos para clonar tarjetas.
Según cifras oficiales, este año aumentaron en un 80% los delitos informáticos con relación al 2017.