En los últimos 3 años, la Superintendencia de Transporte ha suspendido a 175 e impuesto multas por más de 450 millones de pesos.
“El fraude es rampante, es una vulgaridad, lo que estaba pasando en los centros de enseñanza automotriz. En todos los pasos, no había cómo identificar a los estudiantes”, aseguró Javier Jaramillo, superintendente de Transporte.
Desde ahora para evitar el fraude, se requerirá la identificación biométrica, es decir, mediante la huella de cada aspirante a una nueva licencia de conducción o su categorización.
“Aplicando, le dan un pin con ese número y se acercan a los centros de enseñanza, se valida la huella, esto nos evita que haya suplantación de las personas", añadió.
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En lo corrido de este año, 39 escuelas de conducción han sido suspendidas.