Una larga travesía de más de 700 kilómetros recorrió el cocodrilo hembra de 2.4 metros tras escapar de un zoocriadero cercano al río Magdalena, hasta llegar arrastrado por las corrientes a la playa de Sound Bay, al sur de la isla de San Andrés.
Hombres de la Policía Ambiental y Coralina lo atraparon y trasladaron hasta un albergue provisional.
Mientras se adelantaban los estudios por parte de expertos para conocer la procedencia de este caimán aguja, el animal fue cuidado y alimentado en los dos últimos años por militares, personal de coralina y veterinarios.
Las marcas en la cola del cocodrilo llevaron a los expertos a identificar que se trataba de una especie nacida en un zoocriadero, perteneciente a las poblaciones de cocodrilo de la cuenca del Magdalena.
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