Un estudio de la U. del Rosario alerta que muchos domiciliarios de Rappi ni siquiera cuentan con los mínimos elementos de protección para prestar el servicio.
El informe del observatorio laboral de la Universidad el Rosario en Bogotá reveló que el 57% de los domiciliarios de Rappi son ciudadanos venezolanos, el 41%, colombianos y el 2%, colombo-venezolanos.
Además, el 53% aseguró que no tiene una afiliación a la salud, mientras que el 46% sí cuenta con ella.
Esta encuesta también mostró que en un 75% no se les exige utilizar elementos de protección a la hora de prestar el servicio.
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Por su parte, la empresa explicó que el modelo Rappi no vincula directamente a los empleados.
“Los rappitenderos no tienen una vinculación laboral con la compañía, y no la tienen porque prestan un servicio como independientes, dependiendo de las solicitudes que hagan los usuarios de la aplicación”, señaló Juan Sebastián Rosso, director de asuntos públicos de Rappi en la región Andina.
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Pero agregó que sí cuentan con un seguro en caso de accidentes.
“En la compañía tenemos unos paquetes o unos seguros que realmente lo que hacen es que, si llega a ocurrir algún accidente en la ejecución de una orden y un rappitendero tiene una lesión o incapacidad, estos seguros están dispuestos para que sean activados”, explicó Rosso.
Según Rappi, en la actualidad hay aproximadamente 20 mil rappitenderos en el país. De estos, 12 mil estarían en Bogotá.
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