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Tras la salida de Gio y Manuela, los equipos del Desafío Siglo XXI iniciaron un nuevo ciclo con una prueba de sentencia y hambre en el Box Rojo. En esta ocasión, en la arena los participantes se enfrentaron fuertemente por encontrar el cojín correcto para anotar el punto a su favor.
En la prueba tenía que destacar la memoria de los desafiantes, pues al final de la pista una pantalla les mostraba una imagen que estaba en alguno de los muchos cojines que se encontraba en el inicio de la pista. Las imágenes eran muy parecidas y con mínimas diferencias que podían hacer perder el punto a cualquiera que no estuviera muy concentrado.
Andrea Serna explicaba a los jugadores que el ganador sería el que anotara siete puntos y también indicaba cuántos participantes debían enfrentarse en cada ronda. Algunas rondas fueron más rápidas que otras, pero Omega empezó a tomar la delantera frente a Gamma con una estrategia clara para hallar el cojín adecuado y no permitir que sus contrincantes llegaran primero.
Sin embargo, fue le último punto el que llevó a los equipos al enfrentamiento más duro y largo. Los dos hombres y las tres mujeres de cada equipo estaban en la arena y habían encontrado el cojín correcto, por lo que todos se abalanzaron sobre él. Lo tenía Potro y se aferró al cojín, pero todos empezaron a peleárselo.
Juan y Leo lograron zafarse del grupo y se enfrentaron aparte, tomando un respiro y esperando que alguno de sus equipos lograra tomar ventaja. Potro le soltó el cojín a Mencho y salió del montón junto a Rata, con quien también se enfrentó aparte. De esta manera, los hombres salieron del enfrentamiento y le dejaron todo a las mujeres, que estaban luchando tan fuerte que hasta se mordían, empujaban y halaban del cabello.
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Finalmente, Rosa logró quitarle el cojín a Mencho y sin que nadie la detuviera alcanzó a ubicarlo rápidamente en su plataforma, dándole el punto ganador a Omega. Todos los participantes coincidieron en que el enfrentamiento había sido muy fuerte, pero que especialmente las mujeres habían decidido no ceder ante nada y luchar con toda su fuerza.
Aunque en el ciclo pasado Katiuska logró imponerse ante los deseos de su equipo Omega y evitó a toda costa que sentenciaran a su amigo Juan, quien ahora está en Gamma, en esta ocasión sus compañeros le dejaron claro que no lo protegerían más. Con la victoria de la casa rosada en el Box Rojo y la explicación de que el primer chaleco iba para un hombre, los integrantes de Omega le dejaron claro a la capitana que el chaleco debía ser para Juan.
"Obviamente no quiero que le lleven el chaleco, pero si es la decisión del equipo no puedo hacer más nada. Solo díganle que lo quiero", expresó Katiuska a su equipo señalando que entendía las razones por las que Juan debía ser el sentenciado y que ya no iba a oponerse a esto.
Por su parte, Juan recibió sin problemas el chaleco en la casa Gamma. Rata, que fue el integrante e Omega que lo llevó, explicó que ya no había manera de evitar que el chaleco fuera parta él, ya que en ese equipo solo quedan Potro y Juan, y Potro acababa de regresar de una Muerte que le ganó a Gio.
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MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL