En diálogo con Daily Mail dijo que, aunque su hija nunca ha ocultado el fanatismo por Justin Bieber desde los 8 años, sí le produjo problemas.
Maggie relató que debía lidiar con ella cada vez que lloraba al solo escuchar las canciones de su ídolo. Por eso pensó en enviar a Billie a terapia.
La cantante de 18 años, quien ha ganado cinco premios Grammy, ya tiene una admiración controlada por la carrera de Justin.
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