Un emotivo discurso de Vicente Fernández es recordado hoy tras su muerte a los 81 años. El hijo del pueblo agradeció de una forma muy cariñosa a su público en una de sus últimas presentaciones.
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Estas fueron las palabras de Vicente Fernández que se quedaron grabadas en el corazón de su público:
Yo siempre he creído que en este mundo habemos [Sic] dos clases de gentes, los ricos muy pobres y los pobres muy ricos, porque el dinero es tan vulgar y tan corriente que gracias a Dios y a todos ustedes hasta un ignorante como yo ha llegado a tener una vida. Pero hay una cosa que no se compra ni con todo el oro del mundo, y eso ustedes siempre me lo han regalado sin que tenga que ponerles una pistola en la cabeza, y eso precisamente es lo único que a mí me gustaría dejarles de herencia a mis hijos para que el día que Dios me recoja digan con humildad ‘nosotros somos hijos de aquel señor que tuvo dos grandes vicios. Uno, trabajar mucho mucho para darnos a nosotros todo lo que él no tuvo en su infancia, y el otro ser capaz de quedarse muerto en un escenario tan solo por llevarse a la tumba lo que más quiso en esta vida: su presencia, su cariño, su respeto y sus aplausos