Cada participante del Desafío XX logra capturar el corazón de los televidentes con su historia. Una de las que más ha llamado la atención de los seguidores del reality es la vida de Danilo, integrante de la casa Alpha, que desde el primer día sorprendió a todos revelando que es un vendedor de tintos en las calles de Ibagué.
Su cuerpo no es tan grande ni tan musculoso como el de los demás desafiantes y tal vez fue ese el motivo por el que lo cambiaron del equipo Beta a Alpha, pero este joven de 22 años ha demostrado que su poder está en la disciplina y el compromiso, el mismo que tiene cada día cuando se levanta con su madre para salir a vender los sánduches y el tinto que ella prepara.
Danilo Rojas siempre ha vivido en un desafío, pues cada día sale junto a doña Cecilia Montoya, su madre, para vender un 'mecato' a todo aquel que esté interesado. Mientras su hijo permanece en el reality, ella sigue recorriendo las calles con sus termos y recipientes, asegura, porque las deudas no esperan.
"Yo sigo trabajando porque necesitamos el dinero", recalca, pero también revela que ahora madruga más, para poder estar conectada con el programa a las 8:00 de la noche y enviarle toda la buena energía a su desafiante.
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"Hace dos años comenzamos a vender esto que son sánduches, cafecito en leche y tinto", señala Cecilia Montoya a Noticias Caracol Ahora y agrega que "todo el mundo come y en cualquier momento tienen ganas de un cafecito y se vende fácil. Pensamos en esto para lograr una ayuda fuerte para lo que él necesita".
Ella es la encargada de las preparaciones que encantan a los paladares de Ibagué y el desafiante, como no podía ser de otra manera, es el que carga con los pesados termos y recipientes. "Mi hijo me carga los dos termos en ese recipiente y a la espalda lleva otros cuatro porque el tinto y el café con leche se vende mucho".
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Aunque en el Desafío XX la primera impresión que tuvieron algunos de Danilo fue su cuerpo pequeño y delgado, pocos conocen que está dedicado también al fisicoculturismo, una disciplina en la que demuestra que sus músculos están bien fortalecidos.
Doña Cecilia, su mamá, asegura que así como Danilo, que es el menor de sus cuatro hijos, la apoya en su venta de tintos cada día, ella no duda en estar en cada una de sus competencias. "Yo soy la mánager de él, llego al camerino a las nueve de la mañana para pintarle el cuerpito para que cuando llegue la hora esté listo", revela.
Danilo Rojas soñaba con participar en el Desafío y tras varias inscripciones para versionas pasadas, la tercera fue la vencida. "Él se fue muy contento, yo le dije: 'Vamos para adelante, algo grandioso está pasando y con la ayuda de Dios todo va a ser maravilloso'".