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Puerto Leguízamo: ¿una operación militar exitosa o un bazar donde se cometió un terrible crimen?

Noticias Caracol llegó hasta esta zona, abandonada por el Estado y a merced de los violentos. Alcalde y comunidad insisten que había gente inocente entre los muertos. Uno de ellos, un joven de 17 años que quería ser médico.

¿Fue la operación en Puerto Leguízamo una acción militar exitosa o un terrible crimen en bazar?

La decisión en el Congreso sobre la moción de censura contra el ministro de Defensa, Diego Molano, no responde aún todos los interrogantes alrededor de la operación militar en el Putumayo. El alcalde de Puerto Leguízamo y la madre del menor muerto en la acción militar insisten en conocer todos los detalles. Aseguran que tanto el menor como otros civiles muertos no pertenecían a grupos de las disidencias de las FARC.

En el sur del Putumayo todos sabían que el 28 de marzo tendrían un bazar comunitario. El río Putumayo es la única vía fluvial que une esta frontera: colombianos, ecuatorianos y peruanos aprendieron a compartir dinámicas de subsistencia, comercio, siembra, y la poca atención en salud y educación que tienen en medio de la desconectividad absoluta.

"El acceso para llegar a estas comunidades es muy complejo y eso ha hecho que el Gobierno tenga muy poca inversión en estas comunidades”, dice Rubén Arturo Velásquez Alvarado, alcalde de Puerto Leguízamo.

El joven alcalde de Puerto Leguízamo, de origen indígena kinchua, impulsó la actividad comunitaria. "De hecho, fuimos invitados para que, como administración, pudiéramos participar en esa actividad que tenía como objetivo recaudar fondos de la comunidad Alto Remanso. De hecho, tenemos una solicitud de maquinaria amarilla", dice Velásquez.

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Sobrevivir en el Bajo Putumayo, donde está el Alto Remanso, controlado en su totalidad por los grupos armados es muy complicado.

"Aprendieron a sobrevivir de la madera, a vivir del plátano, a vivir de la yuca y no podemos negar que en nuestros territorios algunas familias están dedicadas al cultivo de coca. Sería mentir, más en la época que está viviendo Leguízamo", explica el alcalde.

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Los cultivos de coca aumentaron en el gobierno Duque, se estiman en 24.000 hectáreas. Las familias campesinas malviven con lo que les pagan guerrilla y traficantes. Tanto laboratorios como rutas de salida de cocaína están en una feroz disputa entre el frente primero Carolina Ramírez, de las disidencias de las FARC, y los Comandos de la Frontera.

Esta última estructura narco se alió con la Segunda Marquetalia, comandada por el disidente ‘Iván Márquez’.

"Suena feo lo que voy a decir, pero, desafortunadamente, en nuestra región manda el que tiene las armas y es el que controla la región", reconoce el burgomaestre de Puerto Leguízamo.

Si lo que vivían antes del bazar del horror era olvido y miedo, después de los hechos se desató la peor crisis humanitaria en este lado sur de la frontera. En tan solo el Alto Remanso quedan 3 personas cuidando las pertenencias de la comunidad desarraigada por lo que pasó.

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La confianza en la fuerza pública llegó a sus mínimos, mientras el Ejército aumenta su patrullaje.

"A la fuerza pública le pedimos que siga haciendo ese trabajo de soberanía en nuestro territorio, pero que tenga muy en cuenta en cada uno de esos operativos, esas acciones que van a hacer, a nuestras comunidades, a nuestra población civil", dice Velásquez Alvarado.

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Los pobladores de Puerto Leguízamo reclaman justicia por los seis civiles muertos reconocidos. Aquí faltan: presidente de la Junta de Acción Comunal, Divier Hernández, y su esposa, Ana María Sarrias; Brayan Santiago Pama, el menor de 16 años, y el gobernador indígena del Bajo Remanso, Pablo Panduro Coquinche.

El 15 de enero, Panduro había sido posesionado como gobernador del cabildo indígena kichwa Bajo Remanso.

"Su única arma que conocimos fue su bastón de mando, una persona que se caracterizó por tratar de sacar a su pueblo, su comunidad, adelante. Hemos pedido a la Fiscalía que eso se trate de aclarar, es que estamos hablando que se señala a las 11 personas como si fueran pertenecientes a un grupo armado", reflexiona la primera autoridad de Puerto Leguízamo.

Los hallazgos de la Defensoría del Pueblo tras indagar por la operación militar hacen una radiografía de una zona abandonada por el Estado, reconoció las 11 personas que murieron tras la operación militar y además censuró al Ejército por escudar su accionar en las alertas tempranas emitidas por la Defensoría.

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¿Por qué murió Brayan Santiago en operación de Puerto Leguízamo?


"Lo único que pido es justicia, por qué tienen que decir que mi hijo es guerrillero". Eso dice, en medio de llanto, Rosita, la mamá de Brayan Santiago, una humilde campesina ecuatoriana que hace 17 años pasó el río para hacer su vida en Colombia. Tuvo tres hijos, el menor, Brayan Santiago.

"Él estaba muy apegado al papá. Me decía 'mamita, yo me voy con mi papi, quiero ayudarlo a trabajar, ya tengo edad y quiero ayudar a mi papá'", relata la mujer.

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Papá e hijo compartían todo, la comida, el baño en el río, la dormida. Los padres habían acordado que Santiago estaría tres meses acompañándolo y luego regresaría con Rosita para terminar su estudio en la nocturna. El niño tenía sueños.

"Él me decía 'mamita, mi sueño es quiero seguir estudiando; mi sueño es ser algo profesional, quiero ser como doctor'. Entonces yo le decía 'mijito, estudie con juicio. ¿Usted está estudiando con juicio? Estudie y me alegro que quiera ser médico'", cuenta la madre.

Los padres de Santiago insisten en que su hijo nunca empuñó un arma, ni de juguete, en la infancia. Así lo educaron.

"Dicen que él era guerrillero y eso es falso. Tengo muchos testigos, compañeros de estudio, que él estudiaba y era compañeros de todos, cómo es posible que me digan que mi hijo es guerrillero, eso es lo que pido, justicia para mi hijo. Eso es mentira lo que dicen que mi hijo era guerrillero", insiste Rosita.

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"Nos preocupa la seguridad y la estabilidad de toda una comunidad y es eso lo que tiene que salir a la luz. Lo que la Fiscalía debe entrar a medir y finalmente decir a todo un país, la situación de ese gobernador, de la situación de ese presidente y de esa señora que murió, de ese menor que pierde la vida. Nosotros no pedimos nada más, que se dé claridad de lo sucedido en ese lugar", insiste el alcalde de Puerto Leguízamo.

Tras lo ocurrido hay muchas preguntas sin respuestas. La principal: ¿fue una operación militar legítima y exitosa, de acuerdo a lo que dicen los informes de inteligencia, que respetó el Derecho Internacional Humanitario o una fiesta de bazar donde se cometió un terrible crimen?

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