Una enfermedad degenerativa fue la única capaz de vencer a Bodza, que murió en manos de su gran amigo, el soldado Kyle Smith.
Como un niño, Smith lloraba inconsolable. No era para menos. Despedía a su amigo del alma, Bodza, un pastor alemán que durante tres años lo acompañó en misiones peligrosas en países como Kirguistán, Irak y Kuwait.
Retired @usairforce MWD Bodza (L068) passed away with his dad Kyle by his side on February 21st. Rest easy and run free. pic.twitter.com/E61sVNpekT
— MilitaryWorkingDogs (@MWD_News) March 2, 2017
El perro era un experto en detectar trampas explosivas. Su olfato salvó miles de vidas tanto de civiles como de militares. Era un héroe que había sido dado de baja con todos los honores un año atrás.
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Bodza y Smith eran inseparables, al punto que el uniformado lo pidió en adopción. Pero en diciembre pasado, el animal fue diagnosticado con mielopatía degenerativa que le afectó su médula espinal.
El perro querido por todos en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos sufría y mucho. Una inyección sería el final a tanto dolor. Y Smith estuvo ahí hasta el último aliento.
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La imagen de Bodza envuelto en la bandera de su país y con su amigo abrazándolo le ha dado la vuelta al mundo. Millones de usuarios en las redes sociales han decidido compartirla como una forma de tributo.
Y es que cuando un amigo se va, algo se muere también en el alma.
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