¿Cuándo fue la última vez que se sintió inmensamente feliz? Si fue hoy, la dicha será doble al ver a este pequeño perro pomerania cuya sonrisa puede hacer olvidar, así sea por un instante, los problemas.
La expresión de su rostro refleja la dicha suprema cada vez que lo llevan a la peluquería para un corte de pelo.
Cierto es que la felicidad está en las cosas más sencillas de la vida.
Así es una carrera de drones
Para verla, hay que tener estómago. Y es que la velocidad que alcanzan los drones es realmente vertiginosa.
Fue grabada en el depósito de un almacén y sus alrededores. Un dron persigue a otro con una cámara que graba el frenético vuelo. Mantener la vista sobre este dispositivo volador es casi imposible.
Al final, ambos drones terminan chocando. Un cierre perfecto.