El paciente, que ahora tiene 48 años, sufrió un aparatoso accidente que lo tenía en ese estado. Aliste el pañuelo para esta historia que sucedió en China.
Al abrir los ojos, Wang Shubao vio a su mamá al borde de las lágrimas. Durante más de una década, Wei Mingying estuvo noche y día cuidando a su hijo, esperando por el momento en que despertara.
No solo eso, la mujer de 75 años se ha gastado el equivalente a más de $300.000.000 en los cuidados médicos de su hijo.
Según les contó a medios locales, no solo se endeudó, sino que en muchas oportunidades dejó de comer para poder brindarle la atención necesaria a Wang.
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Reveló, además, que un día notó que su hijo sonría y eso la convenció de que en algún momento saldría del coma.
Actualmente Wang, quien sufrió el accidente de tránsito en 2006, no puede hablar, pero escucha a su mamá y le sonríe.
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Wei no puede estar más contenta y ahora solo aguarda por un momento “en el que me diga mamá otra vez”.