Virsaviya “Bathsheba” Borun-Goncharova nació con un síndrome raro conocido como Pentalogía de Cantrell. Los médicos advirtieron que difícilmente sobreviviría. Hoy, siete años después, esta niña rusa sigue dando la batalla.
Su corazón se desarrolló por fuera de la caja torácica y lo protege tan solo una fina capa de piel.
Solo en el Hospital Infantil de Boston, en los Estados Unidos, aceptaron recibirla y someterla a una cirugía, para mejorar sus expectativas de vida. Sin embargo, después de costosos tratamientos y exámenes, se decidió no operarla por complicaciones relacionadas con su presión arterial.
Virsaviya sufre además de afecciones renales y se ahoga con facilidad. Los médicos le sugirieron a Dari dejar a su hija vivir tal cual nació; preferiblemente, en un lugar de clima cálido. Y así ha sido. Madre e hija viajaron al sur de la Florida para fijar allí su residencia.
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Pese a su condición, la niña no deja de sonreír.
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En Instagram, donde su mamá ha decidido compartir sus progresos, pero también sus crisis, es animada por casi cincuenta mil seguidores a disfrutar de su infancia al ritmo de los latidos de su corazón valiente.