En el último asalto, amigos de lo ajeno se llevaron electrodomésticos y una buena cantidad de alimentos. Esto despertó la indignación del padre Eugenio Mazzeo.
La iglesia, ubicada en una humilde barriada de Argentina, se ha convertido en el blanco favorito de los delincuentes. “Se llevaron todo lo que teníamos para cocinar”, dijo el religioso.
Desesperado, hizo prácticamente de todo: poner un mejor candado, trampas, alarmas, etc., todo esto sin fortuna.
Por eso, como último recurso, el padre Eugenio puso un gigantesco letrero en la puerta de la parroquia. El mensaje es directo para quienes tienen azotado el templo
El aviso dice en grandes letras: “señores ladrones, es la quinta vez que nos roban en menos de un año. El trato es este: la parroquia les da comida y ustedes la dejan cocinar en paz".
Hasta el momento, el cura no ha revelado si el acuerdo fue aceptado.
“Una vez ingresaron durante el día y le sacaron dinero a la secretaria. No pasa nada si se te llevan 100 pesos, pero no sabemos si un día nos van a pegar un tiro”, dijo el cura en declaraciones recogidas por el medio Telecinco
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