En Malasia se conoció la historia de Bobby, un can que nunca dejó sola a su compañera. Un usuario de Facebook grabó el recorrido.
Los animales no paran de sorprendernos con sus muestras de cariño. Es el caso de Bobby, una mascota que no quería que su dueña partiera al más allá sin antes darle una despedida.
Para hacerlo, debía recorrer tres kilómetros, pero eso no era impedimento para su instinto y emprendió el viaje tras el cortejo fúnebre que trasladaba el ataúd de la mujer hasta la sepultura.
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Con un trote continuo y sin detenerse logró llegar hasta la fosa donde sería enterrada la mujer. Sin detener su cola y con un jadeo evidente se instaló en primera fila para la ceremonia.
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Allí aguardó mientras unos extraños cargaban el féretro y lo introducían en el espacio designado.
En la última imagen de Bobby se le ve echado mientras alguien dice unas palabras, tal vez sin sentido para el compañero que estuvo junto a su dueña durante su último adiós.
Los acompañantes no tuvieron más remedio que dar el pésame a la mascota.
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La conmovedora historia fue registrada por Leong Khai Wai en su perfil de Facebook .