El mejor regalo que se le puede dar en esta temporada a los abuelitos, aquellas personas que son solitarias y lo han dado todo por cuidar de su familia, es sin lugar a dudas un poco de compañía y atención.
A todo galope, un grupo de voluntarios se dispuso a brindar alegría a un grupo de seres solitarios que están en los lugares más predecibles: residencias de adultos mayores y hospitales.
Estos sitios abren sus puertas para que los ponis irrumpan con su toque y alejen a la soledad. Los animales les permiten abrazar a la ternura.
Se trata de equinos de terapia, que están entrenados para ser dóciles y cálidos con abuelitos y enfermos, algo que se traduce en momentos de emocionalidad.
Sus encuentros han sido documentados por Sara Woodland en una cuenta en Instagram que acumula más de 70.000 seguidores. Ella busca darle visibilidad a una fundación que lleva alegría y esperanza a los adultos mayores, que viven una época difícil por la soledad y la enfermedad.
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