Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Eladio Carrión tuvo un paso reciente y activo por Colombia en octubre de 2025 como parte de su “Don Kbrn World Tour". El artista puertorriqueño se presentó en Bogotá, Medellín y Cali, con conciertos sold out y un formato de show que superó las dos horas de duración, caracterizado por un despliegue físico constante y un recorrido amplio por su catálogo musical. En Bogotá, Carrión se presentó por primera vez en un concierto propio en la capital, luego de haber actuado anteriormente en festivales. El show incluyó invitados especiales como Sech, interacción directa con el público y mensajes que evidenciaron la conexión que el artista ha construido con la audiencia colombiana, particularmente con un público que, según él, responde de forma similar al que encuentra en escenarios europeos y en Puerto Rico.
Semanas después de finalizar su gira por el país, Eladio regresó a Colombia para participar en el evento Musicians On Musicians de Rolling Stone en Español, donde comparte portada con el artista colombiano Kapo. En ese contexto, el cantante conversó con Noticias Caracol, para el programa “Un fenómeno musical”, sobre su relación con Colombia, su trayectoria, su proceso creativo, su familia y las iniciativas sociales que desarrolla a través de su fundación.
Publicidad
Sí, siempre es rico pasar por aquí y me gusta mucho. Las personas que saben mi historia saben que viví un tiempito aquí. Tengo un hijo colombianito, Kemba, mi perrito paisa de Medellín, y me encanta. Especialmente Bogotá me gusta mucho. El público de aquí es bien parecido al público que tengo en Europa, que le gusta mucho el rap.
Para mí fue la primera vez que yo vine a Bogotá. Como había cantado en Medellín, ya sabía más o menos cómo era, pero jamás pensé que en Bogotá iba a ser tan fuerte. Cuando canté por primera vez y vi la energía, fue en Estéreo Picnic, creo, mi primera vez cantando aquí. Cuando yo sentí esa energía, ni me sentía en Colombia, me sentía como en Europa o hasta en Puerto Rico, ¿me entiendes? Desde ese día siempre entro por esa tarima con esa expectativa de Bogotá y siempre superan esa expectativa cuando vengo. O sea, siempre recuerdo al público como un público activo, cariñoso, que siempre están atentos a todo. Siempre están brincando, activos, y siempre cuando regreso se intensifica más y más y más. Siempre es lindo ver cómo ese apoyo crece entre nosotros.
Claro, en Colombia en general. Pero aquí es de los shows que más me duele a mí, en cuestión de la altura. Yo brinco mucho en los shows. Un show como el de Bogotá me duele un montón. Cuando termino los shows es como un cierto tipo de satisfacción, que simplemente siento que lo di todo y más. Porque tú viste, mi show son dos horas y diez minutos brincando y corriendo.
Yo tengo muchos temas que quizás no iban a ver la luz del día. Quería darle un regalito a mis fanáticos. Tengo tanta música que a mí no me molesta regalar música. Tengo demasiada música, sigo grabando mucha música. Soltar esos temas así también me obliga, me pone en la posición de crear música nueva, no depender de “tengo esta canción ahí para ponerla en un disco”. Me obliga a mí también a ponerme la gorra de: “Ok, vamos a hacer música nueva, música diferente, música que llegue a diferentes masas”. Era una combinación de dos cosas: yo queriendo regalar algo a mis fanáticos y también darme esa obligación de volver a empezar a grabar de nuevo, buscar un nuevo norte.
Es intenso, hermano. Es una sesión… sesión no, porque cuando yo grabo, vamos a suponer, yo me digo: “Ok, estos cuatro días son para grabar”, y esos cuatro días duermo una hora, dos horas. No duermo. Es un proceso intenso. No es que esté usando drogas, ¿me entiendes? Simplemente entro en un flow state, donde yo puedo estar ocho horas frente a un micrófono y sentir que son dos. O sea, el tiempo va más rápido.
Últimamente, en los aviones me gusta escribir. Pero no puedo estar en mi hogar y escribir porque estoy con mi nene. Si estoy lavando la guagua, el carro, pongo un ritmo y voy tarareando cosas, improvisando coros. Si me gusta algo, lo grabo en el teléfono. Pero así de sentarme a escribir, no me siento a escribir. Si pongo un ritmo en el carro, empiezo a improvisar el coro, improvisar el chanteo, y voy escribiendo cuando me estaciono. Pero usualmente me gusta encerrarme y dedicarme. Estos cuatro días son para grabar, estos cuatro días son para trabajar. Estos dos días que tengo, vamos a cerrar. No se duerme. Vamos a darle.
Mis hijos. Tengo cuatro hijos: Kemba, Kali, mis perrillos, y tengo a Eliam y Ezael, mis dos gemelos, mis bebés.
Es parte de mí. Es algo que siempre he hecho antes de estar en esta posición que tengo económicamente o en cuestión de alcance con las personas. Antes, cuando era nadador, yo daba cosas gratis de natación. Yo siempre hacía cosas. No hay que tener dinero para dar. La gente a veces dice: “Si yo fuera millonario haría esto y lo otro”, pero no saben que haciendo pequeñas cosas en su comunidad ayudan. De pequeño en pequeño se ve la gran ayuda. Ahora podemos hacer más cosas porque tengo un respaldo económico más fuerte, con auspiciadores. Podemos vacunar cien perros, donar dinero a una escuela para instrumentos, ayudar a Chile cuando pasó el terremoto. Siempre estuvo en mí, pero ahora podemos hacerlo a una escala mayor.
Es un día familiar. Es algo que voy a hacer hasta el día que me muera. Sauce Giving es en mi pueblo, Humacao. Vienen peloteros de Grandes Ligas, jugadores que van a Series Mundiales, que han ganado campeonatos. Cuando llegan a un pueblo tan pequeño, eso ayuda mucho. Te aseguro que esos niños van a salir de ahí con ganas de hacer más, solo por sentir algo tan cerca que jamás pensaron que iban a tener cerca. Si cuando yo era nadador hubiese conocido a alguien de ese calibre, eso hubiera hecho mucho por mí.
Que la vida pasa muy rápido. Todas las etapas que he tenido han sido porque soy una persona que se aburre sanamente de las cosas, no de mala manera. Ese aburrimiento es un disfraz de ganas de querer hacer algo más. Siempre quiero hacer algo nuevo, dentro o fuera de la música. Siempre estoy trabajando en proyectos diferentes. No me quiero quedar encerrado en una sola cosa. Siento que tengo muchas oportunidades y conozco mucha gente en diferentes ámbitos del entretenimiento como para quedarme solo en la música.
De vez en cuando, pero realmente no lo hago mucho.
Súper duro. Kapo es muy buena gente, un brother mío. Lo conocí este mismo año. Es un buen muchacho, tiene un buen norte, sabe lo que está haciendo y sabe lo que quiere hacer. Súper cool.
No voy a prometer que sí. No sé cómo va a correr la gira ni el próximo disco que voy a tirar. Si es en un año o en dos, pero pronto, Colombia, los veo pronto.
MARLON GUTIÉRREZ
NOTICIAS CARACOL