Camarógrafos grababan esta batalla por la supervivencia en aguas de Monterrey, California (EE. UU.), cuando recibieron una visita imprevista.
Una foca salió de la nada y, sin mayor esfuerzo, atrapó a uno de los combatientes, convirtiéndolo en su cena.
El pulpo pasó de cazador a presa y el cangrejo se alejó antes de que fuera el próximo en el menú de la foca.
¿La ley del más fuerte? En este caso, la del más suertudo.
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